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Hoy (27-N) hace treinta y tres años se celebró en la Iglesia de San Jerónimo el Real la solemne ceremonia de entronización del nuevo Rey de España, oficiada por el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Cardenal Vicente Enrique y Tarancón, cinco días después de la Proclamación de Don Juan Carlos I como Rey de España ante las Cortes Generales.En la homilía de la coronación pronunciada por el cardenal, Tarancón ya adelantó la ruptura con el franquismo y el comienzo de una nueva época democrática. Sus palabras fueron reforzadas después por S.M. el Rey durante el almuerzo ofrecido a los altos dignatarios que habían acudido a Madrid para asistir a la ceremonia.
Que l
a izquierda se atreva a acusar al Rey de ser un reducto del franquismo a eliminar no es sino una demostración de lo poco que sabe o quiere saber de la historia. El día de la consagración de la Corona quedó más claro que nunca que la España de Don Juan Carlos I sería muy diferente a la que acabó con el fallecimiento del Generalísimo.
El consenso y sentido común que se desprendían tanto de la homilía de Tarancón como de las palabras pronunciadas posteriormente por S.M. el Rey lamentablemente son vilipendiados por el actual gobierno de Zapatero y sus aliados separatistas catalanes, vascos y gallegos. No estaría mal que se volvieran a leer los discursos de hace 33 años para tener presente lo que ha sido el buen hacer del Rey y de los políticos de entonces.
Al contrario de muchas otras Monarquías, en España el Rey no es coronado, aunque se viene a denominar la celebración de la consagración de la Corona como "coronación". La actual corona real data de tiempos del Rey Carlos III y tiene un valor meramente simbólico, ya que por su tamaño sería también imposible ceñirla sin más.
¡Por España, todo por España!
¡Viva España! ¡Viva el Rey!

Este dossier se publicó en julio de 1992 en Monarquía Europea y se compone de tres artículos: Una pequeña introducción de nuestro amigo Anders Lundeval, de la Asociación Monárquica de Suecia, quien en su día nos envío un amplio material fotográfico por el que le estamos muy agradecidos; de otro sobre la Monarquía sueca en general del secretario general de la AME, Francesc Xavier Montesa, así como de un artículo de S.A.I.R. Don Otto de Habsburgo, publicado en aquella fecha en Paneuropa Intern y traducido para nuestra revista al español, que daba una visión de la nueva Suecia tras la derrota de los socialistas, que habían gobernado demasiado tiempo en aquel reino escandinavo. El album de la Familia Real contiene fotografías de aquella fecha.
La Monarquía se encontraba en grave peligro de ser abolida. Según un artículo en la revista Rojalisten de la Asociación Monárquica de Suecia, basado en un artículo de Göran Albinsson Bruhner publicado en el Svenska Dagbladet, en la década de los 50 la abolición de las prerrogativas regias más importantes fue consecuencia de que el Partido Conservador faltó a sus tradiciones monárquicas apoyando la nueva Constitución.
La Monarquía Sueca
erpetrado por un grupo de nobles fanáticos adversarios de la autocracia real que aquél había instaurado. La derrota sufrida en la guerra contra Rusia en 1808 y 1809, con ocasión de la cual Suecia perió Finlandia, desembocó en un golpe de estado a raíz del cual fue depuesto Gustavo IV Adolfo, aprobándose una nueva constitución.
poco tiemo de llegar a Suecia, se eligió en el verano de 1810 al mariscal francés Juan Bautista Bernadotte, quien adoptó el nombre de Carlos Juan. Uno de los motivos de su elección fue el deseo de adhesión al bando de Francia y Napoleón, con la esperanza de recuperar Finlandia con su ayuda. Sin embargo, al convertirse Carlos Juan en regente del país depués de su llegada a Suecia como heredero al trono, cambió de línea en 1812 y se adhirió a la coalición contra Napoleón, ganando Noruega a los daneses en la paz de Kiel y obligando a ese país a formar una unión con Suecia en 1814, al término de una breve campaña. Dicha unión no fue disuelta hasta 1905. Derecha: El Rey Carlos XIV Juan a caballo. Izquierda: Princesa Josefina con Carlos (XV), Gustavo con bandera de la Unión y Óscar (II) y Hedwiga Eleonora 1829.
ministros establecidos por la reforma ministerial de 1840, por la cual aquellos se convirtieron en losm jefes de sus respectivos ministerios, durante el reinado de Óscar I (1844-1859), ejercieron principalmente como fincionarios del Rey, nombrados personalment
e por él y dependientes políticamente de él. Derecha: Óscar I.
Sin embargo, no tuvo gran éxito en esos intentos de defender el poder personal del Rey, debido principalmente a que el parlamento, después del cambio d
el sistema de representación en 1866, que implicó la abolición del antiguo Parlamento de los Cuatro Estamentos y la instauración del de dos cámaras, se convirtiera en un órgano de poder cada vez mayor que apoyó al Consejo frente al Monarca.
primer Rey sueco que ocupaba el trono en esas condiciones. Los primeros diez años de su Reinado se caracterizaron por los intentos de Gustavo V de defender el poder personal. El conflicto culminó en 1914 con el llamado "Discurso del Patio de Palacio".
objeto de apoyar la postura del Rey en esa cuestión, se organizó en febrero de 1914 la "Marcha de los Agricultores", acudiendo al Palacio Real de Estocolmo más de 30.000 agricultores de todo el país.
A pesar de su derrota en la lucha por el poder personal del Rey, Gustavo V consiguió ganarse el afecto del pueblo durante su largo Reinado (1907-1950). Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una especie de símbolo unificador. La Monarquía había conseguido, así, arraigar en la popularidad personal del Rey.
durante su Reinado al ritmo y estilo de la sociedad sueca actual, sentando con ello las premisas para que Suecia siguiera siendo una Monarquía con la Dinastía de los Bernadotte en el trono. Izquierda: SS.MM. los Reyes Gustavo VI Adolfo y Luisa de Suecia. Derecha: Princesa Margareta (1882-1920) primera esposa de Gustavo VI Adolfo.
ún no había sido aprobada definitivamente por el parlamento la nueva constitución. Por ello, las funciones y los deberes del nuevo Monarca siguieron siendo, durante los primeros años de su Reinado, los que establecía la Constitución de 1809. Formalmente, las funciones del Rey y su papel en la sociedad cambiaron sólo al entrar en vigor la nueva Constitución el uno de enero de 1975, pero en realidad, como Monarca, Carlos XVI Gustavo siguió ya desde el primer día la misma política que su presdecesor y su abuelo, dejando que las exigencias de los tiempos imprimieran el carácter de la forma de ejercer su cargo.
Rey disfruta de inmunidad, es decir, que está libre de todo proceso por los actos que cometa, si bien uno puede hacer valer sus derechos civiles frente al Rey ante un tribunal. El Rey tiene que hacer la declaración de la renta sobre los ingresos y el patrimonio privado y pagar los impuestos correspondientes, como cualquier otro ciudadano sueco.
advenimiento del nuevo Monarca en 1973, Suecia pasó a tener un Rey que era dos generaciones más joven que su predecesor. Carlos XVI Gustavo, el Monarca más joven de la dinastía Bernadotte, tenía entonces la edad de 27 años, y al subir al trono el 19 de septiembre de aquel ño adoptó el lema: "Por Suecia - En el tiempo". En un discurso dirigido al gobierno, al parlamento y al pueblo de Suecia, que pronunció en la Sala Nacional del Palacio Real de Estocolmo, manifestó que con ese lema deseaba dar expresión a su ambición de cumplir los requisitos que se exigen de un Monarca moderno. El deseaba también que su lema fuera interpretado como una apelación a la comprensión y al desarrollo para el bien de Suecia. 
La nueva Suecia
lme y de su sucesor, Ingvar Carlsson, no había ningún otro político socialista o comunista mejor conocido que no haya peregrinado a Estocolmo para estudiar el camino sueco de un "Socialismo con cara humana. Supondría la reparación de la cohesión histórico-cultural de Alemania
"Pienso que no debemos perder el pasado, porque no quiero que el hombre se quede ciego frente a sí mismo y frente al futuro al quedarse ciego e ignorante con respecto a su pasado."Golo Mann, eminente historiador alemán
Después de la II Guerra Mundial, en los países que cayeron bajo la ocupación y opresión comunistas - un aspecto que no debe quedar al margen - se cometieron innumerables crímenes no sólo contra la población, sino también contra sus conjuntos histórico-artísticos que simbolizaban el pasado esplendoroso de sus culturas y sus Monarquías. Fue gracias a las Monarquías que el Viejo Continente tenga tanta riqueza cultural y arquitectónica, destacando las ciudades que fueran sedes de Casas Reales y Soberanas por sus conjuntos de palacios, parques y edificaciones al servicio de la Corona y la Corte. Foto: El Palacio Real en 1898.
n primer exceso de fanatismo político, en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Mundial, las dictaduras comunistas ordenaron en muchos países la demolición de los Palacios Reales y todos los símbolos que pudieran recordar a los antiguos Monarcas y sus Estados, en un intento de borrar del mapa lo imborrable, incapaces al mismo tiempo de sustituir lo destruido por algo equivalente o mejor desde el punto cultural o ideológico.
contra el pasado prusiano para dar lugar a un gigantesco espacio para futuras manifestaciones en masa y desfiles para la demostración de poder militar.
Rusia, tras la toma del poder por los bolcheviques, a nadie se le ocurrió derribar los palacios de la Rusia imperial, y hoy habitan en ellos con más lujo que nunca los gobernantes de turno de este gigantesco país. Los rusos recriminaron a las autoridades germano- orientales la demolición del Palacio Real de Berlín por considerarlo incluso ellos una barbaridad. Foto: Fachada romántica en 1901.
Alemania algo que a ningún otro país de Europa se le ocurriría poner en duda: la recuperación no sólo de un centro histórico- artístico destruido por la Guerra Mundial y el régimen dictatorial en el Este de Alemania, sino también la recuperación de la cohesión histórica de un pueblo dividido demasiado tiempo y carente hoy de un sano entendimiento de su nacionalidad e historia. Foto: Fachada romántica tras la voladura el 04-11-1950.
Berlín devolvería al centro monumental de esta ciudad su harmonía, donde todos los demás edificios fueron proyectados de tal forma que estuvieran en conexión directa con el Palacio Real, centro neurálgico del antiguo Reino de Prusia. Sería también la reparación de los daños causados al arte y la arquitectura, pues fue la obra maestra del escultor y arquitecto Andrés Schlüter.
Palacio Real de Madrid se construyera un engendro de la arquitectura moderna mezclados con elementos residuales de antes? No se conoce a ninguna capital europea donde se discuta si el Palacio Real es un monumento acorde con los tiempos modernos o no. Un Palacio Real, al fin y al cabo, no simboliza la opresión por una dictadura, sino es testigo de la historia del país forjada por sus antiguos monarcas. La Monarquía no simboliza, desde luego, a ningún régimen detestable, y mucho menos los monumentos que hizo construir. Que devuelvan a Berlín lo que todas las capitales tienen sin sufrir remordimientos o complejos: su Palacio Real. También Berlín merece volver a tener su centro histórico. Tal vez ayudaría a que los alemanes reecontrasen su antiguo camino de prosperidad, estabilidad emocional y cohesión que tenían en tiempos de Guillermo I, cuando todos amaban a su soberano y a su país. La falta de claros puntos de referencia, el desconocimiento de la propia y no falsificada historia y la ausencia de un estilo de vida propio y seguro son el comienzo del tercermundismo. Foto: El final del apocalipsis cultural bolchevique 30-12-1950.
"Socialismo Real", es decir, la dictadura bolchevique, con la desmoralización del pueblo mediante la supresión de la libertad de expresión, el espionaje, la corrupción, el infra- abastecimiento de la explotada "clase trabajadora" con alimentos y viviendas dignas, etc., no han podido demostrar de ninguna manera que hayan sido más "paradisíacos" que la responsablemente gobernada Monarquía prusiana. Fotos: El Palacio Real en 1924 y el engendro bolchevique del palacio de la república en mayo de 1976, por fin demolido, quie estaba contaminado de amianto (¡viva la progresía!)
El 15 de abril 1994 se inauguró en Berlín una segunda exposición sobre el antiguo "Palacio Real de la Ciudad" de Berlín.
primera exposición (más de 120.000 visitantes de junio a octubre de 1993) y la simulación (millones de personas la fueron a ver) tuvieron gran eco el año anterior. Se consiguió desmontar todos los argumentos en contra de la reconstrucción, reduciéndose el debate a cuestiones puramente ideológicos y políticos.
M.E.: ¿Consideráis que Rusia y su ejército acepotarían una restauración de la Monarquía en Georgia?

M.E.: ¿Qué relaciones tenéis con la Familia Real Española?
Mi padre contrajo matrimonio con mi madre, la Condesa María Antonietta Pasquini. Yo nací en Roma, en 1944, desgraciadamente mi madre falleció al darme a luz. Se staba en plena Guerra Mundial. España era país neutral, por lo que mi padre decidió venir a España. Más tarde, mi padre contrajo matrimonio con la Infanta Mercedes de Baviera y Borbón y nos quedamos a vivir en España, cosa que sin duda ha sido una gran suerte para nosotros. Para toda nuestra Familia, España ha sido nuestra segunda patria. El carácter español y el georgiano también se puede decir que son muy similares. Mis hijos han nacido todos en España, yo he vivido prácticamente siempre en España. Foto: La Familia Real georgiana en 1991, de izquierda a derecha: SS.AA.RR. Don David, Don Jorge, Don Guram, Doña Nuria y Don Irakli.
(c) Todos los derechos reservados.


El dictador y golpista venezolano Hugo Chávez ha dado una nueva muestra de su talante de bolchevique de pura cepa. Tras su visita a España, última parada de su gira a Rusia (sic!), Bielorusia (sic!) y Portugal (gobernado por el socialista Sócrates, uf) fue recibido el viernes pasado por Su Majestad el Rey, a pesar de los innumerables insultos y ataques al honor del Rey de España en foros internacionales y en sus propios medios propagandísticos venezolanos.
por salvar los intereses económicos españoles en Venezuela, pues con toda seguridad el gobierno de Zapatero y el mismo Rey han recibido presiones por parte de los empresarios más importantes de España con intereses en Venezuela para tratar de salvar sus inversiones ante los planes de nacionalización de Chávez. Foto: El obsequio real. ¿Quién le ríe las gracias a quién? 
Al Rey de España le convendría mostrar más orgullo, pues el orgullo del Rey es el orgullo de España. Dejarse utilizar por mediocres como Zapatero y opresores bolcheviques como Chávez para ser humillado después no lleva a nada y merma el prestigio del Rey, el prestigio de España. Que Chávez persigue desprestigiar a la Corona española queda más que patente leyendo y escuchando sus opiniones sobre el papel de la Corona española en la conquista de América. Imagen: Lo que daría de sí este artilugio en manos de un revolucionario bolivariano...
de sumisión de Zapatero respecto a Chávez no ha tenido ningún resultado positivo hasta la fecha. Chávez desprecia a España y se burla de ella. Puede que Zapatero no lo vea así, es así de membrillo en asuntos internacionales, y a veces parece que al Rey le da lo mismo ser humillado. En cierta manera, él mismo se ha acomodado al papel de un PuYi de los socialistas, sólo que PuYi no alababa al Kuomintang como hace el Rey con Zapatero, y así el primero fue recluido en su palacio. Zapatero aún necesita al Rey (se sirve de la legalidad mientras le sea útil y del Rey mientras que haya que apagar fuegos en el exterior), y será por eso que aún le deja salir de su palacio. Foto: Pu Yi, último emperador de China, humillado por el Kuomintang y ulitizado por el Imperio del Japón.