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Monarquía Europea

El bolchevique se burla del Rey y de España

El dictador y golpista venezolano Hugo Chávez ha dado una nueva muestra de su talante de bolchevique de pura cepa. Tras su visita a España, última parada de su gira a Rusia (sic!), Bielorusia (sic!) y Portugal (gobernado por el socialista Sócrates, uf) fue recibido el viernes pasado por Su Majestad el Rey, a pesar de los innumerables insultos y ataques al honor del Rey de España en foros internacionales y en sus propios medios propagandísticos venezolanos.

Es de suponer eu S.M. el Rey se rebajó a recibir a un dictador y golpista de la peor calaña solamente por salvar los intereses económicos españoles en Venezuela, pues con toda seguridad el gobierno de Zapatero y el mismo Rey han recibido presiones por parte de los empresarios más importantes de España con intereses en Venezuela para tratar de salvar sus inversiones ante los planes de nacionalización de Chávez. Foto: El obsequio real. ¿Quién le ríe las gracias a quién?

La primera afrenta de Chávez en el marco de esta visita, que no debería haber atendido más que algún secretario de estado de asuntos exteriores para no dar un reconocimiento tan distinguido a un dictador comunista, fue que se retrasara una hora haciendo esperar a S.M. el Rey.

A la vista de las más recientes manifestaciónes de falta de respeto hacia el Monarca español ("Tu sabes, Juan Carlos, no me voy a callar"), este ya habría sido un motivo más para dejar plantado a Chávez. Pero no, el miedo a las represalias debe ser de tal magnitud que el Rey se agacha ante un dictador para dejarse dar una patada tras otra (cuando lo que seguramente más le gustaría ver a Chávez es al Rey colocado en la guillotina). Foto: El Jijijajá entre el dictador y el Rey. ¿Quién de los dos hace el indio?


A veces (si no muchas veces) parece que los que más experiencia e intuición política deberían tener, no saben calibrar bien lo que se puede esperar de la palabra y las actitudes de personajes como Chávez. Ya sabemos que Zapatero carece de toda habilidad para la política internacional, pero que el Rey, tras 33 años de reinado, no sepa bien evaluar la utilidad de tratar con gente como Chávez es, cuanto menos, lamentable. Foto: El José Luis en el País de las Maravillas y Juan sin Orgullo

Ahora, una semana después de esa visita vergonzante, Chávez pasa factura: Anuncia la expropiación del Banco de Venezuela, desde hace veinte años propiedad del Banco Santander. Dice que lo comprarán, pero seguramente pagarán mucho menos de lo que valdría en el mercado. Pero Botín se lo tiene merecido por hacer negocios con un regimen como el venezolano y por demostrar tan poca visión en materia de política. El que hace botín ahora es Chávez, y se regocija en ello.

Al Rey de España le convendría mostrar más orgullo, pues el orgullo del Rey es el orgullo de España. Dejarse utilizar por mediocres como Zapatero y opresores bolcheviques como Chávez para ser humillado después no lleva a nada y merma el prestigio del Rey, el prestigio de España. Que Chávez persigue desprestigiar a la Corona española queda más que patente leyendo y escuchando sus opiniones sobre el papel de la Corona española en la conquista de América. Imagen: Lo que daría de sí este artilugio en manos de un revolucionario bolivariano...

La palabra de un bolchevique nunca vale nada. Es más: Al hacer tratos con un bolchevique, siempre hay que partir del peor resultado, pues lo que pretende es que el "capitalista" sea ahorcado con la soga que él mismo suministra.

La política de sumisión de Zapatero respecto a Chávez no ha tenido ningún resultado positivo hasta la fecha. Chávez desprecia a España y se burla de ella. Puede que Zapatero no lo vea así, es así de membrillo en asuntos internacionales, y a veces parece que al Rey le da lo mismo ser humillado. En cierta manera, él mismo se ha acomodado al papel de un PuYi de los socialistas, sólo que PuYi no alababa al Kuomintang como hace el Rey con Zapatero, y así el primero fue recluido en su palacio. Zapatero aún necesita al Rey (se sirve de la legalidad mientras le sea útil y del Rey mientras que haya que apagar fuegos en el exterior), y será por eso que aún le deja salir de su palacio. Foto: Pu Yi, último emperador de China, humillado por el Kuomintang y ulitizado por el Imperio del Japón.

La Corona no puede permitir que un personaje como Chávez, uno de sus más acérrimos enemigos, se burle del Rey y de España, sólo para defender unos intereses económicos que de todas maneras penden de un hilo y están a merced de un dictador enloquecido que nunca cumplirá su palabra, sino que hará lo que le dé la bolivariana (para no decir real) gana. Hombres como Chávez necesitan dureza y no sometimiento, sólo entonces mostrarán respeto, pero algunos aún piensan que ser dialogante resuelve problemas.

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