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Monarquía Europea

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Trigésimo tercer aniversario de la Coronación de S.M. el Rey

Hoy (27-N) hace treinta y tres años se celebró en la Iglesia de San Jerónimo el Real la solemne ceremonia de entronización del nuevo Rey de España, oficiada por el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Cardenal Vicente Enrique y Tarancón, cinco días después de la Proclamación de Don Juan Carlos I como Rey de España ante las Cortes Generales.

En la homilía de la coronación pronunciada por el cardenal, Tarancón ya adelantó la ruptura con el franquismo y el comienzo de una nueva época democrática. Sus palabras fueron reforzadas después por S.M. el Rey durante el almuerzo ofrecido a los altos dignatarios que habían acudido a Madrid para asistir a la ceremonia.

Que la izquierda se atreva a acusar al Rey de ser un reducto del franquismo a eliminar no es sino una demostración de lo poco que sabe o quiere saber de la historia. El día de la consagración de la Corona quedó más claro que nunca que la España de Don Juan Carlos I sería muy diferente a la que acabó con el fallecimiento del Generalísimo.

El consenso y sentido común que se desprendían tanto de la homilía de Tarancón como de las palabras pronunciadas posteriormente por S.M. el Rey lamentablemente son vilipendiados por el actual gobierno de Zapatero y sus aliados separatistas catalanes, vascos y gallegos. No estaría mal que se volvieran a leer los discursos de hace 33 años para tener presente lo que ha sido el buen hacer del Rey y de los políticos de entonces.

Al contrario de muchas otras Monarquías, en España el Rey no es coronado, aunque se viene a denominar la celebración de la consagración de la Corona como "coronación". La actual corona real data de tiempos del Rey Carlos III y tiene un valor meramente simbólico, ya que por su tamaño sería también imposible ceñirla sin más.

¡Por España, todo por España!

¡Viva España! ¡Viva el Rey!

Dossier: La Monarquía de Suecia

Este dossier se publicó en julio de 1992 en Monarquía Europea y se compone de tres artículos: Una pequeña introducción de nuestro amigo Anders Lundeval, de la Asociación Monárquica de Suecia, quien en su día nos envío un amplio material fotográfico por el que le estamos muy agradecidos; de otro sobre la Monarquía sueca en general del secretario general de la AME, Francesc Xavier Montesa, así como de un artículo de S.A.I.R. Don Otto de Habsburgo, publicado en aquella fecha en Paneuropa Intern y traducido para nuestra revista al español, que daba una visión de la nueva Suecia tras la derrota de los socialistas, que habían gobernado demasiado tiempo en aquel reino escandinavo. El album de la Familia Real contiene fotografías de aquella fecha.






Vuelve la esencia de la Monarquía
por Anders Lundeval Rojalistika Foreningen

El Reino de Suecia largo tiempo era un fuerte bastión del socialismo y republicanismo. La Monarquía se encontraba en grave peligro de ser abolida. Según un artículo en la revista Rojalisten de la Asociación Monárquica de Suecia, basado en un artículo de Göran Albinsson Bruhner publicado en el Svenska Dagbladet, en la década de los 50 la abolición de las prerrogativas regias más importantes fue consecuencia de que el Partido Conservador faltó a sus tradiciones monárquicas apoyando la nueva Constitución.

Actualmente, en Suecia el jefe del gobierno no es nombrado por el Rey, sino por el presidente del parlamento, lo que en ciertas ocasiones puede llevar a debates penosos al pertenecer éste a un partido político.

La revolución sueca de 1970, sin pérdida de sangre, no fue gloriosa. Hoy se considera que no fue más que un error al acabar con antiguas tradiciones.

En las elecciones al parlamento celebradas en septiembre de 1991, el gobierno socialdemócrata perdió y el presidente del parlamento tuvo que buscar un nuevo jefe de gobierno, pero como resultado de las elecciones, en la primera reunión se eligió presidente a Ingegerd Troedsson del Partido Conservador, quien nombró a Carl Bildt nuevo jefe de gobierno.

Se presentaron enmiendas para nombrar una comisión que revise la Constitución sueca de 1974. Esta comisión puede revisar también la posición del Rey y proponer que se le devuelvan sus prerrogativas más importantes, como por ejemplo la de nombrar al jefe del gobierno.

Los partidarios de la república cuentan con muy pocos seguidores en Suecia. SS.MM. los Reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia y sus hijos son muy populares en todo el Reino. Suecia vuelve a la normalidad y sus tradiciones, como el río revuelto a su cauce.

 

 

La Monarquía Sueca

por Francesc Xavier Montesa i Manzano
Si ha habido una época en la que el poder real en Suecia estaba firmemente establecido, fue en la llamada "era gustaviana", de 1771 a 1809. El fuerte compromiso de Gustavo III y de Gustavo IV Adolfo contra la Revolución Francesa y contra las ideas que la inspiraron sobre la división de poderes, el constitucionalismo y la democracia, llevó a los dos reyes a un agudo enfrentamiento con gran parte de los nobles y de los funcionarios en Suecia. Ello condujo al asesinato de Gustavo III en 1792, perpetrado por un grupo de nobles fanáticos adversarios de la autocracia real que aquél había instaurado. La derrota sufrida en la guerra contra Rusia en 1808 y 1809, con ocasión de la cual Suecia perió Finlandia, desembocó en un golpe de estado a raíz del cual fue depuesto Gustavo IV Adolfo, aprobándose una nueva constitución.

Después del golpe de estado de 1809 fue elegido Rey el Duque Carlos, tío del Monarca depuesto, con el nombre de Carlos XIII. Como este era ya de edad avanzada y carecía de hijos, hubo que elegir también un sucesor al trono. Primero se eligió como heredero al príncipe danés Carlos Augusto, pero al morir este al poco tiemo de llegar a Suecia, se eligió en el verano de 1810 al mariscal francés Juan Bautista Bernadotte, quien adoptó el nombre de Carlos Juan. Uno de los motivos de su elección fue el deseo de adhesión al bando de Francia y Napoleón, con la esperanza de recuperar Finlandia con su ayuda. Sin embargo, al convertirse Carlos Juan en regente del país depués de su llegada a Suecia como heredero al trono, cambió de línea en 1812 y se adhirió a la coalición contra Napoleón, ganando Noruega a los daneses en la paz de Kiel y obligando a ese país a formar una unión con Suecia en 1814, al término de una breve campaña. Dicha unión no fue disuelta hasta 1905. Derecha: El Rey Carlos XIV Juan a caballo. Izquierda: Princesa Josefina con Carlos (XV), Gustavo con bandera de la Unión y Óscar (II) y Hedwiga Eleonora 1829.

A pesar del fortalecimiento de la posición de los ministros establecidos por la reforma ministerial de 1840, por la cual aquellos se convirtieron en losm jefes de sus respectivos ministerios, durante el reinado de Óscar I (1844-1859), ejercieron principalmente como fincionarios del Rey, nombrados personalmente por él y dependientes políticamente de él. Derecha: Óscar I.

La situación cambió en la época de Carlos XV (1859-1872). El Consejo actuó como una unidad ya desde los primeros años de su reinado, jugando un papel decisivo en la política sueca en varias ocasiones. Ese fue el caso, por ejemplo, en la cuestión clave para el país de su relación con Noruega, de 1858 a 1860; en su toma de postura a favor de Dinamarca en la guerra con Alemania, en 1864, así como en lo referente a la reforma del sistema de representación, en 1866. Izquierda: Carlos XV (1826-1872).

Óscar II (1872-1907), por el contrario, intentó dirigir la evolución durante su reinado de una forma más activa que su hermano y predecesor. Por iniciativa propia, tomó contacto con las distintas personalidades políticas a las que trató de influir a través de conversaciones personales. También intentó valer la opinión del Rey frente al Consejo.

Sin embargo, no tuvo gran éxito en esos intentos de defender el poder personal del Rey, debido principalmente a que el parlamento, después del cambio del sistema de representación en 1866, que implicó la abolición del antiguo Parlamento de los Cuatro Estamentos y la instauración del de dos cámaras, se convirtiera en un órgano de poder cada vez mayor que apoyó al Consejo frente al Monarca.

El Rey Óscar II se resignó, al final, en la lucha por el poder personal del Monarca, si bien el combate definitivo tuvo lugar durante el reinado de su sucesor, Gustavo V. Al subir al trono en 1907, Gustavo V se negó a ser coronado, siendo con ello el primer Rey sueco que ocupaba el trono en esas condiciones. Los primeros diez años de su Reinado se caracterizaron por los intentos de Gustavo V de defender el poder personal. El conflicto culminó en 1914 con el llamado "Discurso del Patio de Palacio".

La disputa se refería en concreto a la cuestión de la defensa nacional, ya que el Rey exigía decisiones inmediatas para reforzarla, mientras que el gobierno liberal, que había llegado al poder debido, entre otras cosas, a sus promesas de desarme, quería ir avanzando paso a paso solamente.

Con objeto de apoyar la postura del Rey en esa cuestión, se organizó en febrero de 1914 la "Marcha de los Agricultores", acudiendo al Palacio Real de Estocolmo más de 30.000 agricultores de todo el país.

Gustavo V defendió el poder del Rey con energía y habilidad ante los agricultores en el patio del Palacio Real, pero esa lucha estaba condenada al fracaso. El Monarca había mostrado una clarividencia mayor que la de los dirigentes políticos en lo referente a la situación en el resto de Europa. En junio de 1914 sonaron los disparos en Sarajevo. En agosto estalló la Primera Guerra Mundial. En Suecia se produjo entonces la movilización general bajo el signo de la unidad. Sin embargo, el poder personal del Rey había pasado a la historia. A pesar de su derrota en la lucha por el poder personal del Rey, Gustavo V consiguió ganarse el afecto del pueblo durante su largo Reinado (1907-1950). Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una especie de símbolo unificador. La Monarquía había conseguido, así, arraigar en la popularidad personal del Rey.

Durante su Reinado (1950-1973), Gustavo VI Adolfo siguió estrictamente las reglas establecidas para la Monarquía Constitucional. De esta forma, con sus cualidades personales, continuó aquella evolución y contribuyó quizás más que ningún otro Monarca a crear un tipo nuevo de Monarquía: la Monarquía Parlamentaria. Izquierda: Princesa Margarita (1882-1920), esposa de Gustavo VI Adolfo.

La gran aportación de Gustavo VI Adolfo a la historia de Suecia fue el saber transformar durante su Reinado al ritmo y estilo de la sociedad sueca actual, sentando con ello las premisas para que Suecia siguiera siendo una Monarquía con la Dinastía de los Bernadotte en el trono. Izquierda: SS.MM. los Reyes Gustavo VI Adolfo y Luisa de Suecia. Derecha: Princesa Margareta (1882-1920) primera esposa de Gustavo VI Adolfo.

Al subir al trono Carlos XVI Gustavo en 1973, aún no había sido aprobada definitivamente por el parlamento la nueva constitución. Por ello, las funciones y los deberes del nuevo Monarca siguieron siendo, durante los primeros años de su Reinado, los que establecía la Constitución de 1809. Formalmente, las funciones del Rey y su papel en la sociedad cambiaron sólo al entrar en vigor la nueva Constitución el uno de enero de 1975, pero en realidad, como Monarca, Carlos XVI Gustavo siguió ya desde el primer día la misma política que su presdecesor y su abuelo, dejando que las exigencias de los tiempos imprimieran el carácter de la forma de ejercer su cargo.

Las normas relativas a las funciones del Rey, contenidas en la Constitución de 1809, comenzaban con las palabras: "El Rey gobernará solo el Reino", y ese derecho suyo quedaba limitado únicamente por la obligación de consultar para ello al Consejo nombrado por él mismo.

La nueva Constitución comienza con las palabras: "Todo poder público en Suecia emana del pueblo", y de acuerdo con ello pone todo el poder político en manos el parlamento y del gobierno. Así, según la nueva constituición, las funciones del Rey son más bien de carácter representativo y ceremonial. Por encargo del gobierno recibe a otros jefes de estado y realiza viajes oficiales al extranjero. Las visitas oficiales tienen gran importancia para el fortalecimiento de las relaciones oficiales con otros países y para el fomento de los intercambios comerciales.

El Rey disfruta de inmunidad, es decir, que está libre de todo proceso por los actos que cometa, si bien uno puede hacer valer sus derechos civiles frente al Rey ante un tribunal. El Rey tiene que hacer la declaración de la renta sobre los ingresos y el patrimonio privado y pagar los impuestos correspondientes, como cualquier otro ciudadano sueco.

Según la Ley de Sucesión, que reemplazó en 1980 a la de 1810, el orden de sucesión a la Corona Sueca es completamente cognaticio en el sentido de que el heredero al trono debe ser primogénito de la pareja real, independientemente del sexo. Por consiguiente, la Princesa Victoria, nacida el 14 de julio de 1977, es la heredera del trono de Suecia.

Con el advenimiento del nuevo Monarca en 1973, Suecia pasó a tener un Rey que era dos generaciones más joven que su predecesor. Carlos XVI Gustavo, el Monarca más joven de la dinastía Bernadotte, tenía entonces la edad de 27 años, y al subir al trono el 19 de septiembre de aquel ño adoptó el lema: "Por Suecia - En el tiempo". En un discurso dirigido al gobierno, al parlamento y al pueblo de Suecia, que pronunció en la Sala Nacional del Palacio Real de Estocolmo, manifestó que con ese lema deseaba dar expresión a su ambición de cumplir los requisitos que se exigen de un Monarca moderno. El deseaba también que su lema fuera interpretado como una apelación a la comprensión y al desarrollo para el bien de Suecia.

Carlos XVI Gustavo contrajo matrimonio en 1976 con Silvia Sommerlath, quien se convirtió así en la Reina de Suecia. La Reina nació en Heidelberg (Alemania) el 23 de diciembre de 1943.

La pareja real tiene tres hijos: Victoria Ingrid Alicia Desideria, nacida el 14 de julio de 1977; Carlos Felipe Edmundo Bertil, nacido el 13 de mayo de 1979; y Magdalena Teresa Amelia Josefina, nacida el 10 de junio de 1982.


CRONOLOGÍA REAL EN SUECIA

993-1060: Primera Dinastía de los Yngling
1160-1130: Dinastía de los Stenquil
1134-1250: Dinastías de los Blondel y Suerquer
1250-1363: Dinastía de los Folcung
1363-1523: Reyes de diversas Casas
1523-1654: Dinastía de los Wasa

Gustavo Wasa, Rey de Suecia
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1654-1720: Dinastía Palatinado-Dos Puentes
1654-1660: Carlos X Gustavo
1660-1697: Carlos XI
1697-1718: Carlos XII
1719-1720: Ultica Elonora (+1741)
1720-1751: Federico de Hesse-Cassel

1751-1818: Dinastía Holstein-Gottorp
1751-1771: Adolfo Federico
1771-1792: Gustavo III
1792-1809: Gustavo IV Adolfo (+1837)
1809-1818: Carlos XIII

Desde 1818: Dinastía Bernadotte


1818-1844: Carlos XIV Juan
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1844-1859: Óscar I
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1859-1872: Carlos XV
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1872-1907: Óscar II
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1907-1950: Gustavo V
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1950-1972: Gustavo VI Adolfo
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desde 1973: Carlos XVI Gustavo
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La nueva Suecia

por Otto de Habsburgo Diputado del Parlamento Europeo
Desde hace décadas, Suecia, con su gobierno socialista, era la Meca para todas las fuerzas de izquierdas y, naturalmente, - como si no - también para los países del llamado Tercer Mundo. En los días de Olof Palme y de su sucesor, Ingvar Carlsson, no había ningún otro político socialista o comunista mejor conocido que no haya peregrinado a Estocolmo para estudiar el camino sueco de un "Socialismo con cara humana.

A ello se añadía la acción política. En Estocolmo no existían sólo asociaciones, fundaciones e instituciones, que con sus estudios y sus consejos políticos propagaran el pensamiento de los Regis Debray, Julius Nyerere, Kenneth Kaúnda, Daniel Ortega y Boff. No de menos importancia eran los congresos, de los que resultaron organizaciones internacionales como el Consejo Mundial de la Paz. La opinión del gobierno de que no había "ningún enemigo a la izquierda" permitía a las organizaciones comunistas de camuflaje que se desarrollaran hermosamente. Cuando la influencia de Moscú era demasiado evidente, siempre existía la posibilidad de un traslado a Praga.

En el interior del país se había creado una hegemonía de partido que bien mantenía formalmente la democracia, pero que en la práctica iba reduciendo paso a paso el espacio libre de las fuerzas no sujetas al poder. Se había llegado ya tan lejos que la oposición se encontrara sin hombres no representando ya ninguna verdadera alternativa.

En los últimos años se produjo una transformación significante en la oposición. Los cristiano-demócratas, que fracasaron hasta ahora, con una excepción, en la cláusula del 4%, recibieron una gran afluencia, sobre todo por parte de la juventud. El conservador Partido Moderata eligió a Carl Bildt como el presidente más joven de su historia. También por primera vez hubo una verdadera reconciliación entre conservadores y liberales y un programa conjunto. A la par con el descontento generalizado que se profundizó incluso en el grupo social de los obreros, esta situación llevó al resultado de las elecciones de septiembre de 1991, que dio la mayoría a los partidos burgueses liderados por Carl Bildt.

Desde la formación del gobierno mucho ha cambiado en Suecia. El ambiente es optimista. Se crean numerosas empresas, sobre todo medianas. Generalmente se espera ahora que la mayoría de centro-derecha cambiará realmente al país, con lo que comenzará una nueva era. Se bajan los impuestos, se reducen los gastos, y muchas de las vacas sagradas son sacrificadas. La política europea, que antes se llevaba con muchas reticencia, recibe ahora impulsos tan fuertes por parte del enérgico ministro Dinkelspiel que la incorporación a la Comunidad Europea es sólo una cuestión de pocos años.

Signos visibles a distancia del nuevo rumbo se marcan también en la política exterior y de desarrollo, especialmente por la ministra de asuntos exteriores, Af Ugglas, que pertenece a la directiva de la Unión Paneuropea de Suecia. Estos se hicieron patentes ya a pocas semanas después del cambio. Los visitantes en el ministerio de asuntos exteriores no eran, como hasta ahora, supuestos luchadores por la liberación contra el colonialismo de Africa, funcionarios del Vietcong de Vietnam o miembros del gobierno comunista serbio de Belgrado, sino verdaderos demócratas de Hungría, de las repúblicas bálticas, de Checoslovaquia y no por último de Eslovenia y Croacia, aunque la condición de Estado en este momento no había sido reconocida aún por parte de la comunidad internacional. Para hombres que hasta hace poco estaban encarcelados y que en las cancillerías occidentales se les volvió muchas veces la espalda, ha sido una vivencia grandiosa y alentadora.

Pero Estocolmo no se limitó a gestos diplomáticos. También en la política sopla un viento fresco, como ha demostrado un reciente acontecimiento.

Uno de los santos del altar de la ONU y de la consciencia mundial es el presidente de Namibia, Sam Nuyoma. Olvidados están sus antiguos delitos, los crímenes en campos de concentración de la SWAPO, los muchos actos de terrorismo realizados por sus correligionarios.

Resulta que recientemente el presidente Nuyoma se comprara por cuenta del Estado un avión por valor de 29 millones de dólares. La reacción de Suecia era que se alegrarían de que Namibia dispone ahora de suficientes reservas de divisas. Por tanto se podría suprimir las ayudas de desarrollo suecas para esta país. Hubo desesperadas protestas, pero sin resultado.

Este proceso verdaderamente único puede ser muy útil a Europa si los miembros de la CE siguieran el ejemplo de Estocolmo. Se debería comprender por fin que las ayudas de desarrollo son financiadas con los impuestos, el trabajo y los sacrificios de los ciudadanos. El dinero no les pertenece a las burocracias. Por ello debe ser gastado moderada y responsablemente. Publicado en Monarquía Europea Nº 5/6 - Año II - Julio/Diciembre 1992

Por la Reconstrucción del Palacio Real de Berlín

Supondría la reparación de la cohesión histórico-cultural de Alemania

por Pedro Schwenzer
"Pienso que no debemos perder el pasado, porque no quiero que el hombre se quede ciego frente a sí mismo y frente al futuro al quedarse ciego e ignorante con respecto a su pasado."
Golo Mann, eminente historiador alemán
El Palacio Real en 1760 (grabado en cobre de Johann David Schleuen)







Después de la II Guerra Mundial, en los países que cayeron bajo la ocupación y opresión comunistas - un aspecto que no debe quedar al margen - se cometieron innumerables crímenes no sólo contra la población, sino también contra sus conjuntos histórico-artísticos que simbolizaban el pasado esplendoroso de sus culturas y sus Monarquías. Fue gracias a las Monarquías que el Viejo Continente tenga tanta riqueza cultural y arquitectónica, destacando las ciudades que fueran sedes de Casas Reales y Soberanas por sus conjuntos de palacios, parques y edificaciones al servicio de la Corona y la Corte. Foto: El Palacio Real en 1898.

En un primer exceso de fanatismo político, en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Mundial, las dictaduras comunistas ordenaron en muchos países la demolición de los Palacios Reales y todos los símbolos que pudieran recordar a los antiguos Monarcas y sus Estados, en un intento de borrar del mapa lo imborrable, incapaces al mismo tiempo de sustituir lo destruido por algo equivalente o mejor desde el punto cultural o ideológico.

Así, en ciudades como Berlín, Königsberg o Varsovia, al igual que en todos los territorios orientales de Prusia desde el Memel hasta el Oder, los invasores bolcheviques acabaron con los vestigios del antiguo régimen monárquico que nada tenía que ver con el nacionalsocialismo, a pesar de que, en gran parte, las ruinas que quedaban en pie después de los masivos bombardeos,y muchas veces no se encontraban en tan mal estado para no poder ser salvadas y permitir una rápida reconstrucción. Fotos: Diferentes vistas del Palacio Real: Fachada romántica, fachada principal.

El Palacio Real de Berlín, ubicado en el mismo centro histórico y monumental de la capital prusiana y alemana, signo característico de un gran pasado arquitectónico y quizás el Palacio Real era, si no más grande del mundo, uno de los más grandes de más valor arquitectónico, seguía en pie en su mayor parte, no sólo los muros exteriores, y seguía casi intacta una sorprendente cantidad de esculturas y estatuas que no cayeron víctimas de las bombas. Aunque los interiores estaban destruidos por incendios, saqueos y destrucción delibertada por los ocupadores rusos, el edificio en sí quedaba en pie. Sin embargo, tuvo que ser demolido mediante voladura controlada por el odio irracional del entonces dictador y lacayo soviético Ulbricht contra el pasado prusiano para dar lugar a un gigantesco espacio para futuras manifestaciones en masa y desfiles para la demostración de poder militar.

La misma suerte corrieron p.e. los edificios históricos de Königsberg y Varsovia. Todas las ciudades ya de por sí desposadas de sus centros históricos, perdieron así su corazón y su alma. Foto: Vista aérea del Palacio Real de 1920, con plano de situación.

En Polonia, pronto las autoridades se arrepintieron de sus atrocidades cometidas contra la cultura y la historia de su país, y comenzaron a reconstruir sus centros históricos, incluido el Palacio Real de Varsovia. En Danzig, antigua Ciudad Hanseática libre de nacionalidad alemana, también se reconstruyó el casco antiguo con importantes ayudas económicas y técnicas procedentes de Alemania.

En Rusia, tras la toma del poder por los bolcheviques, a nadie se le ocurrió derribar los palacios de la Rusia imperial, y hoy habitan en ellos con más lujo que nunca los gobernantes de turno de este gigantesco país. Los rusos recriminaron a las autoridades germano- orientales la demolición del Palacio Real de Berlín por considerarlo incluso ellos una barbaridad. Foto: Fachada romántica en 1901.

En la actualidad -aún hoy y tras el acuerdo de la Dieta Federal (Bundestag) de reconstruir el palacio-, la discusión sobre la reconstrucción o no del Palacio Real de Berlín levanta gran revuelo en la opinión pública alemana, especialmente debido a la oposición de sectores de la izquierda y extrema izquierda que quieren negar a Alemania algo que a ningún otro país de Europa se le ocurriría poner en duda: la recuperación no sólo de un centro histórico- artístico destruido por la Guerra Mundial y el régimen dictatorial en el Este de Alemania, sino también la recuperación de la cohesión histórica de un pueblo dividido demasiado tiempo y carente hoy de un sano entendimiento de su nacionalidad e historia. Foto: Fachada romántica tras la voladura el 04-11-1950.

Después de más de dos generaciones desde la guerra no se puede seguir exigiendo que, por una parte, asuman y paguen de forma ilimitada por la responsabilidad histórica nacida de esa guerra por la que no pueden ser responsables, y que, por otra parte, y para mantener vivo esta consciencia de culpabilidad, se promueva el desmontaje del pasado también mediante una interpretación tendenciosa de la historia.

Si se puede aprender de los errores cometidos en el pasado, la demolición del Palacio Real de Berlín - un barbarismo cultural sin precedentes - es un llamamiento a la responsabilidad y el respeto por el legado histórico que todos compartimos.

La reconstrucción del Palacio Real de Berlín devolvería al centro monumental de esta ciudad su harmonía, donde todos los demás edificios fueron proyectados de tal forma que estuvieran en conexión directa con el Palacio Real, centro neurálgico del antiguo Reino de Prusia. Sería también la reparación de los daños causados al arte y la arquitectura, pues fue la obra maestra del escultor y arquitecto Andrés Schlüter.

Existen todos los planos del Palacio Real y gran número de esculturas, frescos y otros elementos artísticos y constructivos esparcidos por los alrededores de Berlín. En la actualidad, una asociación privada promovida por personalidades del mundo de la cultura, del arte y de la economía se ocupa de la recolección de dichos elementos para que puedan ser aprovechados en caso de decidirse finalmente la reconstrucción del Palacio Real.

No tienen sentido las argumentaciones de que hoy día no se pueda recuperar lo que está perdido, y que habría que adaptar la nueva construcción a los avances de la arquitectura moderna. ¿Se imaginan que en lugar del Palacio Real de Madrid se construyera un engendro de la arquitectura moderna mezclados con elementos residuales de antes? No se conoce a ninguna capital europea donde se discuta si el Palacio Real es un monumento acorde con los tiempos modernos o no. Un Palacio Real, al fin y al cabo, no simboliza la opresión por una dictadura, sino es testigo de la historia del país forjada por sus antiguos monarcas. La Monarquía no simboliza, desde luego, a ningún régimen detestable, y mucho menos los monumentos que hizo construir. Que devuelvan a Berlín lo que todas las capitales tienen sin sufrir remordimientos o complejos: su Palacio Real. También Berlín merece volver a tener su centro histórico. Tal vez ayudaría a que los alemanes reecontrasen su antiguo camino de prosperidad, estabilidad emocional y cohesión que tenían en tiempos de Guillermo I, cuando todos amaban a su soberano y a su país. La falta de claros puntos de referencia, el desconocimiento de la propia y no falsificada historia y la ausencia de un estilo de vida propio y seguro son el comienzo del tercermundismo. Foto: El final del apocalipsis cultural bolchevique 30-12-1950.

El "Socialismo Real", es decir, la dictadura bolchevique, con la desmoralización del pueblo mediante la supresión de la libertad de expresión, el espionaje, la corrupción, el infra- abastecimiento de la explotada "clase trabajadora" con alimentos y viviendas dignas, etc., no han podido demostrar de ninguna manera que hayan sido más "paradisíacos" que la responsablemente gobernada Monarquía prusiana. Fotos: El Palacio Real en 1924 y el engendro bolchevique del palacio de la república en mayo de 1976, por fin demolido, quie estaba contaminado de amianto (¡viva la progresía!)

A continuación siguen tres álbumes con fotos del Palacio Real antes de la guerra, después de la guerra y durante su voladura por los comunistas germano-orientales, liderados por su máximo criminal Ulbricht. Hoy en día (¡quién lo iba a pensar!), Ulbricht es imitado por los nuevos bolcheviques que desgobiernan Berlín, Wowereit, el pésimo alcalde gobernador de Berlín (SPD) y sus socios de coalición del partido comunista sucesor del SED de Ulbricht, eufemísticamente denominado La Izquierda, ya que su objetivo es el cierre definitivo del Aeropuerto Central de Tempelhof, al que les gustaría dar el mismo destino que dieron en su día sus camaradas al Palacio Real.




Ulbricht y Wowereit, dos bolcheviques, una misma causa.










El Palacio Real antes de la guerra



El Palacio Real después de la guerra


La voladura del Palacio Real o la consumación del crimen


Exposición: "El Palacio para Berlín"

El 15 de abril 1994 se inauguró en Berlín una segunda exposición sobre el antiguo "Palacio Real de la Ciudad" de Berlín.

La exposición duró hasta el 18 de septiembre de 1994 y tuvo como principal atractivo el montaje único de una simulación de lo que significaría el Palacio en su antiguo emplazamiento visto desde la Plaza de Alejandro.

La primera exposición (más de 120.000 visitantes de junio a octubre de 1993) y la simulación (millones de personas la fueron a ver) tuvieron gran eco el año anterior. Se consiguió desmontar todos los argumentos en contra de la reconstrucción, reduciéndose el debate a cuestiones puramente ideológicos y políticos.

Una vez desmontados los andamios y las lonas (que fueron subastadas por Sothebys), quedó una exposición permanente en el lugar donde se han excavado fundamentos del Palacio Real, a la espera de la decisión definitiva del gobierno alemán, que finalmente fue tomada por la cámara Baja de la Dieta Federal, aunque las consecuencias de dicha decisión no parecen hacerse realidad.

Georgia: Queda la esperanza de un futuro mejor

Entrevista con S.A.R. Don Jorge de Bagration

Príncipe Heredero de Georgia (1944-2008)

(realizada el 25-10-1991)


Con la disolución de la Unión Soviética y la huida del depuesto presidente Gamsakhurdia, que en 1991 fue reelegido mediante un dudoso plebiscito, se abrió para Georgia una nueva perspectiva y la posibilidad de recobrar definitivamente su independencia, una independencia que dura ahora unos 16 años y que pasó por la presidencia del antiguo ministro de asuntos exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadse, que sin embargo siguió más el juego a Rusia en lugar de mejorar la situación de Georgia como país independiente.

A raíz de los cambios experimentados, los georgianos están redescubriendo su historia y los tiempos de prosperidad que vivieron gracias a sus reyes de la dinastía de los Bagration, que durante más de diez siglos rigieron los destinos de su país defendiéndolo contra los invasores de persas, árabes y turcos. Monarquía Europea tuvo el gran honor de poder entrevistar al entonces heredero del trono, S.A.R. Don Jorge de Bagration, antiguo corredor de Fórmula 1 por España y afincado hasta hace dos años en Marbella (Málaga), cuando se trasladó a vivir a Georgia para poder vivir entre su pueblo y preparar a su sucesor para una eventual restauración monárquica, proyecto que estaba muy avanzado en los últimos meses.

De hecho, Georgia repuso hace algún tiempo la bandera monárquica y la Corona Real en el escudo. Don Jorge de Bagration, un príncipe de gran corazón, muy cercano al pueblo -a semejanza de sus antepasados- y que inspiraba simpatía y confianza, fue un gran amigo de la Asociación Monárquica Europea. No cabe duda que, si hubiera reinado como Rey Jorge XIV de Georgia, habría contribuido mucho a la recuperación del prestigio internacional de su país sabiendo devolver a su pueblo la confianza en sí mismo.

Ahora, ante la sangrienta y cruel invasión rusa de Georgia, gobernada ahora por el Presidente Sakashvili, para arrebatar a este país surcaucásico parte de su territorio poblado por colonos rusos de tiempos de la ocupación (1801-1918 + 1921-1991), la alternativa de la Monarquía se hace aún más necesaria para reafirmar la independencia del país y su integración en el mundo occidental y europeo. Esta entrevista se reproduce por su interés y en honor al recientemente fallecido Príncipe Heredero de Georgia, al que sucedió su segundo hijo varón S.A.R. Don David de Bagration.


Significado del Escudo Real:
1) Arpa y honda de David. Según la leyenda la Casa Bagration desciende del Rey David.
2) Espada y Casco Real. Símbolos de la Monarquía.
3) Balanza - Justicia.
4) San Jorge. Defensa de la religión.
Centro: Túnica de Nuestro Señor Jesucristo, sobre una cruz blanca.

MONARQUÍA EUROPEA: Alteza Real, la dinastía de los Bagration, a juzgar por la historia de Vuestro país tan codiciado por las potencias del momento como Persia, Rusia y Turquía, ha jugado siempre un papel importante en el mantenimiento de la independencia política. ¿Qué significa hoy ser Rey de Georgia? ¿Sería la restauración de la Monarquía la posibilidad de dar ejemplo para las reformas en los países limítrofes?

S.A.R. el Príncipe Heredero Don Jorge de Bagration: Creo que la máxima significación de poder ser hoy en día Rey de Georgia sería la constatación de que Georgia ha recuperado su total independencia y su soberanía; esto sería lo más importante. Todos los georgianos y no georgianos estamos convencidos de que la independencia de mi país es totalmente irreversible y que será justicia histórica por los derechos legítimos de mi país. Es sólo cuestión de tiempo, ¿cua´nto? no se puede decir. Que la restauración monárquica en Georgia serviría de ejemplo a otros países, quizás podría serlo para aquellos que tienen opción monárquica. Creo, además, que le caso peculiar de Georgia es que no perdió a sus Reyes por voluntad popular, sino por una anexión por el Imperio Ruso. Es obvio que en Georgia existen mucyhas más posibilidades de una restauración monárquica, porque sobre la base de las circunstancias históricas, los males para el país empezaron cuando Georgia perdió su independencia.

M.E.: Vuestra dinastía tiene una legitimación histórica, más aún teniendo en cuenta que dejó de reinar debido a la anexión por parte de Rusia. ¿Cómo valoráis, Señor, la aceptación por parte de la población de la opción monárquica?

Ppe. J.d.B.: Sin duda alguna, en el pueblo georgiano, que es un pueblo de unas grandes tradiciones, la opción monárquica existe. Existe este amor, este deseo y esta necesidad de volver a recuperar su identidad nacional, su legitimidad histórica, y se da la circunstancia que todo esto desapareció con la pérdida de la Monarquía. Por eso estoy convencido de que existen grandes posibilidades, aunque sólo la historia dirá qué pasará el día de mañana. Pero por la información que tengo y por todos los contactos, veo que el espectro monárquico en Georgia es amplio y que no está limitado a una clase social determinada. Como dijo el Presidente del Parlamento georgiano en su visita a Madrid, hay un gran apoyo monárquico sobre todo entre los campesinos y los intelectuales. Se contempla la Monarquía como garantía de las libertades democráticas y como centro estabilizador.

M.E.: ¿Consideráis que Rusia y su ejército acepotarían una restauración de la Monarquía en Georgia?

Ppe. J.d.B.: Ninguna nación tiene el derecho de oponerse a la voluntad de la inmensa mayoría de la población de otra nación. En el momento en que se reconozca internacionalmente la independencia del país, sólo el pueblo y los dirigentes de la nación pueden decidir sobre un sistema monárquico o republicano. Esa es una cuestión que depende únicamente de la voluntad popular.

M.E.: A raíz de la transformación de la Unión Soviética, las diferentes repúblicas sometidas han manifestado su temor ante un resurgir del antiguo Imperio Ruso. ¿Cómo serían las posibles relaciones con Rusia especialmente en el caso de una hipotética vuelta de los Romanov al trono?

Ppe. J.d.B.: Las posibles relaciones con Rusia en el futuro, cuando Georgia sea independiente, antes o después tendrán que normalizarse; obviamente, no debajo de una sumisión o inferioridad, porque bajo mi punto de vista, en el mundo actual se ha demostrado que todos los países necesitan de todos, y los vecinos más todavía, y en el caso concreto: Si algún día se restaurara la Monarquía también en Rusia con los Romanov, creo que habría menos problemas todavía, porque afortunadamente por las relaciones y los lazos de parentesco muy cercanos, no veo ningún motivo para que no las hubiera.

M.E.: Stalin era georgiano. Muchas veces se habla del "espíritu de Stalin" que sigue latente en la ex Unión Soviética. ¿Qué significa hoy en Georgia la figura de Stalin? ¿Puede ser que tal "espíritu" sea un obstáculo para las reformas políticas y económicas?

Ppe. J.d.B.: Stalin era georgiano, efectivamente. Stalin nació en Georgia. Pero, personalmente, creo que nunca ha obrado como georgiano, más bien ha sido un ciudadano internacional, que ha desarrollado sus dotes políticas en Moscú, pero que obviamente ha salpicado terriblemente no sólo a Georgia, sino que a todo el mundo. Nunca ha sido amado en georgia. Fue temido, quizás respetado por temor. Hoy no queda ninguna estatua de Stalin en todo el país, y el espíritu que existe en Georgia por parte de la inmensa mayoría de la población hacia Stalin no es de amor, sino todo olo contrario. Creo que quizás justamente por haber vivido en sus propias carnes estos terribles años de comunismo es una garantía para que el país siga por el camino y el deseo de llegar a vivir una verdadera democracia, con las libertades humanas y un nivel de vida como tienen los países de occidente. Pienso que la lección está muy bien aprendida y que no hay peligro de que se vuelva a caer en este grave error político.


M.E.: ¿Pensáis, Alteza, que el orgullo que sienten los georgianos de su país y el mantenimiento de antiguas tradiciones podrían constituir un gran apoyo a la alternativa monárquica? ¿Se puede decir que la Monarquía georgiana es sinónimo del carácter europeo y democrático de la Georgia de antes?

Ppe. J.d.B.: Varios hechos históricos demuestran el espíritu europeo y no asiático del país y el peso determinante del cristainismo. La voluntad del pueblo georgiano era Europa, porque es Europa. Anteriormente, ya en el siglo XV hubo contactos de la Monarquía de Georgia con la Monarquía española, justamente también como defensa de la religión, de la independencia del país ante el peligro musulmán, esto también por nuestro espíritu europeo y no oriental. Nunca se ha puesto en duda la europeidad de Georgia, que creo tambioén está confirmada por las tradiciones familiares, de la Monarquía, del pueblo georgiano. Siempre, desde la época de los romanos. Ese mismo nombre dado por los romanos de "Iberia Oriental" indica muy bien como ya en este momento estaba considerada Europa.

La forma popular de reinar despertó algunas reticencias en los países limítrofes. Podemos vanagloriarnos de una cosa, y es que en el siglo XIII se puede considerar a Georgia una Monarquía parlamentaria, la primera del mundo, porque la Reina Tamara hizo un Consejo de Estado que tenía el mismo peso que la voz del Rey. ¡Qué es si no una Monarquía parlamentaria! Y tanto es así que la Monarquía estaba muy unida al pueblo, y es lo que hace que la imagen de la Monarquía o de la Familia Real sea positiva. Vemos que este apoyo popular siempre lo ha tenido. Los Reyes siempre luchaban con los soldados en primera línea, no había un rígido protocolo, una distancia entre el Rey y el pueblo. No hemos tenido nunca Ley Morganática.

Existía una tradición en la que el hijo mayor, el furturo Rey, que nacía, era entregado a una familia campesina para su educación hasta sus seis o siete años de edad, sin que nadie supiera, y sobre todo el niño, quién era, para que se acostumbrara a convivir con el pueblo, porque se decía que la única forma que un Rey fuera buen gobernante es qye hubiera sido educado por el propio pueblo. Incluso no hay qque olvidar que en Ghelati, el lugar donde se coronada al Rey, está enterrado el Rey David el Constructor en la misma entrada, porque decía que quería ser pisado por el pueblo, porque seguro que algún error había cometido en su vida.

Desde el momento en que fuese recuperada la independencia, ya habrá muchos modos para demostrar el carácter europeo con su cultura, su rica historia y las grandes posibilidades que tiene el país en todos los sectores.

M.E.: ¿Qué imagen tenéis actualmente en Georgia? ¿Os conoce la población?

Ppe. J.d.B.: No habiendo estado en el país, es difícil saber qué imagen puede tener uno. Hay mucho interés por la Familia Real, aparecen muchos artículos sobre entrevistas a la Familia, fotos de la Familia, mucho interés existe incluso por saber sómo ha vivido la Familia Real en todos estos años, en España, también por parte de la televisión que rodó hace un tiempo una película-reportaje sobre la Familia Real que sería emitida en breve. Vinieron a grabar un mensaje de Navidad, que fue retransmitido por la televisión georgiana. Por las cartas veo que la imagen es buena, en todos los contactos con mi país, es ese gran afecto y gran cariño que hay hacia la familia Bagration, un afecto, un caariño, un respeto muy fraternal, una cosa muy importante y entrañable.

[Nota de la redacción: S.A.R. el Príncipe Jorge visitó Georgia poco tiempo después en una visita oficial organizada con el gobierno y fue recibido por los georgiano con mucho respeto y el tradicional saludo al Rey, un beso en el hombro. En una vista a S.A.R. en su casa de Marbella a principios de 1992 tuve ocasión de ver el vídeo grabado durante la visita.]

M.E.: ¿Mantenéis contactos con políticos y personalidades de Georgia? ¿Disponéis de algún representante oficial u oficioso en la capital Tbilisi?

Ppe. J.d.B.: Sí, hay contactos, pero no hacemos ningún tipo de actividad política. La Familia Real tiene que estar por encima de cualquier actuación política. Es mi obligación hacer lo posible por atender las peticiones que puedan llegar, pero sin ninguna connotación poilítica de apoyo a uno u otro paryido, solamente pensando en el bien del pueblo y del país. No tengo ninguna representación en Georgia, pero creo que la manifestación que hizo el presidente del parlamento georgiano en Madrid, que es el persidente del Partido Tradicionalista, de que antes de fin de siglo están convencidos de que la restauración mopnárquica se realizará bajo mi persona, es muy significativa.

M.E.: ¿Tenéis previsto que Vuestra Alteza o algún miembro de la Familia Real vayáis a visitar Vuestro país próximamente?

Ppe. J.d.B.: Hace unos meses se inauguró una olínea telefónica vía satélite, que ha sido la primera que permite poder hablar desde Tbilisi con el extranjero sin pasar por Moscú, por el entonces Presidente Gamsakhurdia con una llamada personal a mi casa, y que yo ignoraba que se iba a realizar. Fue transmitida en directo por la televisión de Georgia. A través de esta conversación me realizaron una invitación oficial para visitar con mi Familia el país en vi9aje oficial. La situación política actual de inestabilidad ha aconsejado posponer un poco ese viaje. ¿Cuándo se va a poder realizar? Cuando este viaje pueda ser positivo para todos y no pueda crear ninguna tensión en un país que en este momento sufre ya un exceso de tensione spolíticas quizás creadas desde el extranjero. Tiene que ser un acto de unión para el pueblo y no de desunión.

M.E.: En la mayoría de los países que recobran la libertad, ponen al reino de España como ejemplo de la forma en que se ha de realizar la transición política. Sin embargo, hasta ahora ninguna Corona ha sido restaurada desde 1975. ¿Cuál pensáis, Señor, puede ser la razón para ello?

Ppe. J.d.B.: Sin duda alguna, una restauración monárquica no es un hecho que se ve todos los días. Quizás en el contexto actual de los últimos siglos, ha sido más fácil ver países que han perdido la Monarquía. Quizás esta pregunta dentro de algunos años no tenga sentido. Hay posibilidades para restauraciones monárquicas en el este europeo, no sólo en Georgia. El ejemplo de España es un modelo de transisición ejemplar al cual todos envidian. Ojalá muchos otros países puedan realizar la misma transición que ha tenido España, personificada, sin duda alguna, en la figura de S.M. el Rey Don Juan Carlos I, que es indudablemente un gran ejemplo no sólo paara Georgia, sino para el mundo entero. El prestigio y la admiración hacia el Rey Don Juan Carlos I en Georgia es enorme, y creo que es justicia con la personalidad de Su Majestad.

M.E.: ¿Qué relaciones tenéis con la Familia Real Española?

Ppe. J.d.B.: Existen muy buenas relaciones, además de un parentesco por el segundo matrimonio de mi padre. Por mi parte y la de la Familia Real existe un profundo respeto y admiración hacia la figura no solamente del Rey de España, sino también de toda la Familia Real.

M.E.: ¿Cómo ha sido la trayectoria de los Bagration desde que Rusia tomara el poder en Georgia? ¿Cuándo y por qué fijó Vuestra Real Familia su exilio en España?

Ppe. J.d.B.: Tras la anexión de Georgia por el Imperio Ruso, la Familia Real fue deportada a San Petersburgo. En cambio, mis abuelos se quedaron en Georgia hasta la revolución y salieron del país en 1933. Mi padre contrajo matrimonio con mi madre, la Condesa María Antonietta Pasquini. Yo nací en Roma, en 1944, desgraciadamente mi madre falleció al darme a luz. Se staba en plena Guerra Mundial. España era país neutral, por lo que mi padre decidió venir a España. Más tarde, mi padre contrajo matrimonio con la Infanta Mercedes de Baviera y Borbón y nos quedamos a vivir en España, cosa que sin duda ha sido una gran suerte para nosotros. Para toda nuestra Familia, España ha sido nuestra segunda patria. El carácter español y el georgiano también se puede decir que son muy similares. Mis hijos han nacido todos en España, yo he vivido prácticamente siempre en España. Foto: La Familia Real georgiana en 1991, de izquierda a derecha: SS.AA.RR. Don David, Don Jorge, Don Guram, Doña Nuria y Don Irakli.

M.E.: ¿Qué piensa Vuestro hijo primogénito Irakli de una posible vuelta a Georgia y de su función de Príncipe heredero? ¿Qué educación ha tenido?

Ppe. J.d.B.: Puedo decir que mi hijo tiene muy asimiladas todas las posibilidades y sus obligaciones. Aunque ha recibido una educación normal, como la de todos los jóvenes, siempre ha sido reforzada con el conocimiento de todas las obligaciones y los deberes para con su patria, debido al apellido que lleva y su primogenitura.

M.E.: Alteza Real, muchas gracias por esta conversación.


[Nota de la redacción: Antes de fallecer, S.A.R. Don Jorge de Bagration estableció por testamento que su heredero sería Don David, el segundo hijo varón, por razones que aún no conocemos, tratándose de una prerrogatriva del Rey o -en este caso- del heredero del trono establecer quién le sucederá. En 1992 tuve ocasión de hablar con Don Irakli, quien me dijo entonces que estaba decidido de establecerse en Georgia para poder aprender todo lo que necesitaba y poder servir a su país.]

Entrevista relizada el 25-10-1991 en Madrid por Pedro Schwenzer, Presidente de la Asociación Monárquica Europea y director de la revista Monarquía Europea.

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La Coronación del Rey de Tonga

El pasado día 29 de julio de 2008 tuvo lugar la Coronación del Rey de Tonga Don George Tupou V, que siguió la tradición al más puro estilo británico. Es el único Rey actual que tiene el valor de mantener viva la simbología monárquica del acto de coronación utilizando todos los atuendos que caracterizaban estos actos y simbolizaban los poderes del Rey. Es también el último Rey con poderes absolutos y ya anunció al suceder a su augusto padre el Rey Taufa’ahau Tupou IV, fallecido el 10 de septiembre de 2006 a la edad de 88 años, que va a ceder la maayor parte de sus poderes al parlamento.

El nuevo Rey tiene la intención de ceder el poder al parlamento con el fin de modernizar las estructuras políticas del país. Puede parecer injusto (como comenta alguno) que aún exista alguna Monarquía absoluta, pero hay que tener en cuenta que el pueblo de Tonga nunca ha puesto en duda a sus Reyes y su Monarquía. No se pueden aplicar los esquemas europeos a cualquier país del mundo ni darv por hecho que un pueblo, por seguir con estructu ras políticas ancestrales, se siente infeliz.

Tonga no es España ni Estados Unidos, es un pequeño reino polinesio. El Rey no es un déspota, ni lo fue el penúltimo Rey de Ne pal, que al igual que el Rey de Buthan procedió a modernizar el país, un proceso interrumpido por el regicidio ejecutado por el príncipe heredero, lo que hizo que llegara al poder Gyanendra, que nunca debía haber subido al trono y no lo habría hecho en condiciones normales. Lo que gusta interpretar a algunos izquierdosos europeos no es lo que sienten otros pueblos a los que quieren imponer formas y estructuras de estado que nada tienen que ver con la voluntad popular ni con la realidad social de países con otras culturas y otras tradiciones. Y decir que la ceremonia en Tonga supone un despilfarro es una falacia, pues usan atuendos heredados de los Reyes anteriores, y aunque el coste de las ceremonias es alto para los presupuestos de Tonga, la ocasión se lo merece, pues comparado con despilfarros como los de nuestros políticos, que se dedican a comprar votos y repartir bombillas en lugar de crear empleo e infraestructuras, no me parece criticable, ya que supone también una importante proyección del Reino en el exterior fomentando el turismo. Estos comentarios sobre los costes ya han sido rebatidos con datos y no son más que demagogia barata que no se sostiene. Seguramente lo que gasta la Vicepresidenta de la Vogue en modelitos cada año (cada uno cuesta fácilmente seis mil euros) supera con creces lo que puede haberse gastado el Rey de Tonga en la ceremonia celebrada con símbolos y atuendos que de todas formas ya tenía. Como defensor de la institución monárquica celebro que se mantengan las tradiciones y lo aplaudo, pues los símbolos del estado y de la nación deben ser intocables y lucirse siempre que la ocasión lo aconseje. Ellos son la representación de la unión entre el pasado, el presente y el futuro, de la continuidad y la estabilidad de una nación encarnada en su Rey. En una ocasión única tras el largo reinado de su augusto padre, el Rey como máximo representante del pueblo y del país que forman la nación debe quedar investido con todos los simbolos de la Monarquía como expresión de los altos valores de la institución, valores de los que carecen precisamente los que se dedican a destruir a sus naciones con estrategias de desestabilización y centrifugación. Por eso exclamo con entusiasmo:
¡Larga vida al Rey! ¡Viva el Rey de Tonga!

A continuación algunas fotos de la ceremonia.

El bolchevique se burla del Rey y de España

El dictador y golpista venezolano Hugo Chávez ha dado una nueva muestra de su talante de bolchevique de pura cepa. Tras su visita a España, última parada de su gira a Rusia (sic!), Bielorusia (sic!) y Portugal (gobernado por el socialista Sócrates, uf) fue recibido el viernes pasado por Su Majestad el Rey, a pesar de los innumerables insultos y ataques al honor del Rey de España en foros internacionales y en sus propios medios propagandísticos venezolanos.

Es de suponer eu S.M. el Rey se rebajó a recibir a un dictador y golpista de la peor calaña solamente por salvar los intereses económicos españoles en Venezuela, pues con toda seguridad el gobierno de Zapatero y el mismo Rey han recibido presiones por parte de los empresarios más importantes de España con intereses en Venezuela para tratar de salvar sus inversiones ante los planes de nacionalización de Chávez. Foto: El obsequio real. ¿Quién le ríe las gracias a quién?

La primera afrenta de Chávez en el marco de esta visita, que no debería haber atendido más que algún secretario de estado de asuntos exteriores para no dar un reconocimiento tan distinguido a un dictador comunista, fue que se retrasara una hora haciendo esperar a S.M. el Rey.

A la vista de las más recientes manifestaciónes de falta de respeto hacia el Monarca español ("Tu sabes, Juan Carlos, no me voy a callar"), este ya habría sido un motivo más para dejar plantado a Chávez. Pero no, el miedo a las represalias debe ser de tal magnitud que el Rey se agacha ante un dictador para dejarse dar una patada tras otra (cuando lo que seguramente más le gustaría ver a Chávez es al Rey colocado en la guillotina). Foto: El Jijijajá entre el dictador y el Rey. ¿Quién de los dos hace el indio?


A veces (si no muchas veces) parece que los que más experiencia e intuición política deberían tener, no saben calibrar bien lo que se puede esperar de la palabra y las actitudes de personajes como Chávez. Ya sabemos que Zapatero carece de toda habilidad para la política internacional, pero que el Rey, tras 33 años de reinado, no sepa bien evaluar la utilidad de tratar con gente como Chávez es, cuanto menos, lamentable. Foto: El José Luis en el País de las Maravillas y Juan sin Orgullo

Ahora, una semana después de esa visita vergonzante, Chávez pasa factura: Anuncia la expropiación del Banco de Venezuela, desde hace veinte años propiedad del Banco Santander. Dice que lo comprarán, pero seguramente pagarán mucho menos de lo que valdría en el mercado. Pero Botín se lo tiene merecido por hacer negocios con un regimen como el venezolano y por demostrar tan poca visión en materia de política. El que hace botín ahora es Chávez, y se regocija en ello.

Al Rey de España le convendría mostrar más orgullo, pues el orgullo del Rey es el orgullo de España. Dejarse utilizar por mediocres como Zapatero y opresores bolcheviques como Chávez para ser humillado después no lleva a nada y merma el prestigio del Rey, el prestigio de España. Que Chávez persigue desprestigiar a la Corona española queda más que patente leyendo y escuchando sus opiniones sobre el papel de la Corona española en la conquista de América. Imagen: Lo que daría de sí este artilugio en manos de un revolucionario bolivariano...

La palabra de un bolchevique nunca vale nada. Es más: Al hacer tratos con un bolchevique, siempre hay que partir del peor resultado, pues lo que pretende es que el "capitalista" sea ahorcado con la soga que él mismo suministra.

La política de sumisión de Zapatero respecto a Chávez no ha tenido ningún resultado positivo hasta la fecha. Chávez desprecia a España y se burla de ella. Puede que Zapatero no lo vea así, es así de membrillo en asuntos internacionales, y a veces parece que al Rey le da lo mismo ser humillado. En cierta manera, él mismo se ha acomodado al papel de un PuYi de los socialistas, sólo que PuYi no alababa al Kuomintang como hace el Rey con Zapatero, y así el primero fue recluido en su palacio. Zapatero aún necesita al Rey (se sirve de la legalidad mientras le sea útil y del Rey mientras que haya que apagar fuegos en el exterior), y será por eso que aún le deja salir de su palacio. Foto: Pu Yi, último emperador de China, humillado por el Kuomintang y ulitizado por el Imperio del Japón.

La Corona no puede permitir que un personaje como Chávez, uno de sus más acérrimos enemigos, se burle del Rey y de España, sólo para defender unos intereses económicos que de todas maneras penden de un hilo y están a merced de un dictador enloquecido que nunca cumplirá su palabra, sino que hará lo que le dé la bolivariana (para no decir real) gana. Hombres como Chávez necesitan dureza y no sometimiento, sólo entonces mostrarán respeto, pero algunos aún piensan que ser dialogante resuelve problemas.

La Casa Real de Bulgaria

[archivo 1993]

GENEALOGIA

Existe un estudio muy curioso de la ascendencia de la actual Casa Real Búlgara en conexión directa con la Segunda Monarquía.

La dinastía Sajonia-Coburgo-Gotha comenzó a reinar enBulgaria en 1878. Por el académico de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, D. José Luis Sampedro Escolar, ha sido elaborado este árbol genealógico que enlaza biológicamente a S.M. el Rey Simeón II con la dinastía de los Asénidas:

JUAN ASEN I, Zar de los Búlgaros (1186-1196)

JUAN ASEN II, Zar de los Búlgaros +1241
casado con MARIA DE HUNGRIA

ELENA DE BULGARIA
casada con TEODORO II LASCARIS, Emperador de Nicea +1258

EUDOXIA LASCARIS, mujer de
GUILLERMO PEDRO DE VENTIMIGLIA, Conde de Tende, +1278

JUAN LASCARIS, Conde de Tende

GUILLERMO PEDRO II, Conde de Tende

GUILLERMO PEDRO III, Conde de Tende

GUILLERMO PEDRO IV, Conde de Tende

ANTONIO LASCARIS, Conde de Tende

JUAN ANTONIO LASCARIS, Conde de Tende +1509
casado con ISABEL D'ANGLURE

ANA LASCARIS, Condesa de Tende,
casada con RENATO DE SABOYA, Conde de Villars +1525

MAGDALENA DE SABOYA,
casada con ANA, Dique de Montmorency +1567

ENRIQUE DE MONTMORENCY, Condestable de Francia +1614
casado con LUISA DE BUDOS

CARLOTA DE MONTMORENCY,
casada con ENRIQUE DE BORBON, Príncipe de Condé +1646

ARMANDO DE BORBON, Príncipe de Conti +1666
casado con ANA MARIA MARTINOZZI

FRANCISCO LUIS DE BORBON, Príncipe de Conti +1709
casado con MARIA TERESA DE BORBON CONDE

LUISA ENRIQUETA DE BORBON CONTI +1759
casada con LUIS FELIPE, Duque de Orleans +1785

LUIS FELIPE II, Duque de Orleans +1793
casado con ADELAIDA DE BORBON-PENTHIEVRE

LUIS FELIPE I, Rey de los Franceses +1850
casado con MARIA AMALIA, Princesa de DOS SICILIAS

CLEMENTINA DE ORLEANS +1907, casada con
AUGUSTO, Príncipe de SAJONIA-COBURGO-GOTHA +1881

FERNANDO I, Zar de los Búlgaros +1948
casado con MARIA LUISA, Princesa de PARMA

BORIS III, Zar de los Búlgaros +1943
casado con JUANA, Princesa de SABOYA

SIMEON II, Zar de los Búlgaros

La Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía edita trimestralmente un Boletín con las últimas noticias académicas y de interés para el mundo de la heráldica y genealogía. La dirección es: c/. Quintana, 28 - 28008 Madrid.